Luego leemos en Mateo 10:39: “El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.”
Este es un pasaje que utilizo para aconsejar a creyentes que están pasando por dificultades en su vida. Les muestro en las Escrituras que Dios les ha dado la oportunidad de tener un gran gozo. Dios nos dice en Santiago 1:2-4: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, 3 SABIENDO que la prueba de vuestra fe produce paciencia. 4 Más tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.”
¿Conoces personas que se preocupan mucho? Dios nos dice en el Libro de Lamentaciones 3:22-23: “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. 23 Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad”.
¿Por qué preocuparse por el mañana si las misericordias del Señor se renuevan cada mañana? La ansiedad es una fuerza poderosa que puede robarte la alegría. Algunos creyentes están tan devotos al pecado de la preocupación que cuando no tienen nada de que preocuparse en el presente, miran hacia el futuro para encontrar algo de qué preocuparse.
Nuestro Señor Jesús lo prohíbe. Tu futuro está en Sus manos y le pertenece enteramente a Él. Dios nos instruye nuevamente en Mateo 6:34: “Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal”.
Dios dice: "No lleves tus miedos al futuro". Dios dará fuerzas para cada nuevo día; Sus misericordias se renuevan cada mañana. El miedo dice que tu futuro no está bajo control. Es mentira. No te preocupes por el mañana; Dios estará allí en el futuro. Hebreos 13:8, “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”. No estropees el presente preocupándote por el futuro. Destruyes tu alegría y pierdes el presente. Dios desea que Sus hijos comprendan que la preocupación es un pecado prohibido, incompatible con el hecho de que Dios es tu Padre y tú eres miembro de Su familia eterna. Él nos ama y se preocupa por nosotros; Él satisface todas nuestras necesidades. Todo lo que Él requiere de nosotros es que lo amemos, le obedezcamos, le sirvamos y no nos preocupemos porque la preocupación declara que no confiamos en Él. O no creemos que Él pueda hacer nada para protegernos. Es verdaderamente un pecado contra el Dios Creador que nos ama. La Escritura dice en 1 Corintios 2:9: “Pero como está escrito: Ni ojo vio, ni oído oyó, ni ha subido en corazón del hombre, las cosas que Dios ha preparado para los que le aman”. Amigo, deja que la paciencia haga su obra perfecta.
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