Ley del Pecado y la Muerte

RSO 05/05/2022.- Por: Jhon Barela.- Nuestro Señor nos creó para vivir por una ley especial - la Ley del Espíritu. Pero Adán y Eva cambiaron esta ley a la Ley del Pecado y la Muerte.

Romanos 8:2-4: "2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. 3 Como la ley debilitada por la carne era impotente, así envió Dios a su Hijo a semejanza de carne pecaminosa [como sacrificio] por el pecado y condenado al pecado en la carne, 4 para que la justificación de la ley se cumpla en nosotros los que no vivimos por la carne, sino por el Espíritu. "

25 (101-26) En el principio, fundaste la tierra y los cielos, obra de tus manos;

26 (101-27) perecerán, y tú vivirás; y todos ellos, como una vestimenta, los cambiarás, y serán cambiados;

27 (101-28) pero tú eres el mismo, y tus veranos no terminarán. ". ( Salmo 101:25-27)

Este pasaje, también citado en Hebreos 1:10-12, presagia la famosa Segunda Ley de la Termodinámica, que indica que todo en el universo físico está envejeciendo y agotado. Al principio Dios creó todo, empezando como un gran reloj. Desde entonces, a causa del pecado y la maldición, nuestro mundo está decayendo y "perece". Nuestro Señor Jesús también dijo: "El cielo y la tierra pasarán" (literalmente "pasar" como claramente se ve) (Mateo 24:35).

Esta ley científica universal también está predicha en Isaías 51:6. "6 Levanta tus ojos al cielo, y mira hacia abajo la tierra, porque el cielo se desvanecerá como el humo, y la tierra pasará como una vestimenta, y también los moradores de él pasarán; pero mi salvación permanecerá para siempre. "y mi verdad no cesará. ". Es decir, la ley de la decadencia y la muerte se aplica tanto a la tierra como a sus habitantes. El concepto de evolución universal es claramente refutado tanto por las Escrituras como por la verdadera ciencia.

Fíjate que aunque la tierra envejezca y parezca morir de repente cambiará, renovará, así como nosotros renovamos nuestra ropa. Pedro lo dice de esta manera: "12 ¿Quiénes esperan con ansias el día de Dios, cuando los cielos en llamas sean destruidos y los elementos desaparezcan?

13 Pero nosotros, según su promesa, esperamos con ansias un cielo nuevo y una tierra nueva, donde mora la verdad. (2 Pedro 3:12-13).

Aunque el universo se esté perdiendo, un día se renovará repentinamente, y su Creador nunca cambia. Sus años nunca terminarán, ni su Palabra y su justicia nunca pasarán.

"Ahora no hay condenación para los que no viven en la carne, sino en el espíritu en Cristo Jesús" (Romanos 8:1).