El Señor dijo a Jeremías:
Hazte unas correas y su yugo,
y póntelo al cuello
Jeremías 27:2
Jesús siendo Dios,
dejó su reino para ser siervo,
se sujetó por AMOR;
el Señor nos dice:
"Mi yugo es suave y
mi carga es ligera",
sujétate a su Señorío
y el Señor hará milagros
y prodigios contigo.
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